Poesía lócula

 

Publico mi historia con la libélula, dedicada a Sinuhé.

Volaba por el bosque la libélula
aspirando el aroma de las flores
se sentó a descansar en la campánula
más hermosa que crecía en ese bosque.

A lo lejos se oyó un reloj de péndulo
que anunciaba las diez con su sonido
absorta la libélula estaba oyéndolo
cuando escuchó en los arbustos un quejido.

Se voló muy asustada la oropéndola
al ver con su minúsculo monóculo
que detrás de esa olorosa mandrágula
aparecía un feroz y recio lóbulo.

La libélula escondida en la caléndula
sintió que se le helaba hasta los glóbulos
muy trémula saltó hasta la lavándula
temiendo de los dientes del noctámbulo.

El inocuo lobo miraba casi incrédulo
al mono en la rama cual funámbula,
espantándolo del nido al pobre régulo
y asustando el maula hasta a las ránulas.

La tarántula se escondió tras la lucérnula
y miró con sus binóculos al crápula
al ver al mono saltar sobre aquel lóbulo
se le heló hasta las moléculas de la médula.

Despertóse del bosque la farándula
y el lóbulo corrió mas de mil leguas
esta fábula quedó con una mácula
porque aquí se termina el trabalenguas.

Perdón Sinuhé, iba a escribirla en serio, pero ese día estaba con el pavadómetro a full y salió esto. Había quedado archivada, pero creo que la ocasión amerita que salga a la luz. Espero que te haya gustado y si no, disimula!! jajaja