sábado, 11 de diciembre de 2010

Rayos y centellas!

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tormenta-en-rosario

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El viento comenzó a soplar, primero lentamente, para ir convirtiéndose poco a poco en una sinfonía de la naturaleza que el Maestro de orquesta dirigía con una magnificencia absoluta. Las primeras gotas apenas se sintieron. Caían y se evaporaban al instante por el calor del asfalto que había sido sometido al inclemente sol del verano.

De pronto, y sin previo aviso, las pequeñas gotas se convirtieron en una cortina semitransparente que no dejaba ver a más de veinte metros de distancia. Los pájaros volaban a sus nidos para intentar protegerse vanamente del vendaval que se había desatado. Los perros aullaban, temiendo tal vez el diluvio universal que llevaban en el recuerdo de sus genes, transmitidos de generación en generación.

Las sirenas comenzaron a sonar, avisando a cuanto ser humano quisiera entender, que no debían salir a la calle porque un peligro atroz podría estar esperándolos bajo ese cielo oscurecido por nubarrones grises, fríos como el acero.

Una familia se aventuró a correr a su auto, intentando escapar de la terrible catástrofe que podría avecinarse de un momento a otro, dejando tras de sí el dolor y la desolación. El hombre cruzó la calle con su pequeña hija en brazos, sin importar el terrible granizo que caía partiendo las hojas de los árboles en pequeños trozos verdes como una esperanza que se desvanecía en mil pedazos. Tras él, una señora mayor, tal vez su madre, tal vez su suegra, se aventuró también a cruzar la calle sin importarle el auto que venía a toda velocidad huyendo de aquel vendaval inclemente. Apenas podía verse detrás de la cortina de agua, pero sus gritos se oían claramente al sentir que los trozos de hielo lastimaban su cabeza, sus brazos, pero no su valentía de huir de aquel lugar.

A pocas cuadras de allí, el río se alborotaba en una fiesta de olas impetuosas amenazando con desbordarse e inundar la zona. No podía verse, pero se intuía su ferocidad monstruosa, húmeda y fría.

Fueron quince minutos de incertidumbre. Quince minutos que parecieron durar una eternidad. El sonido del teléfono me sobresaltó, exorcizando las cavilaciones que inundaban mi mente al tiempo que el agua inundaba la calle… “le pusiste la funda al lavarropas?” Esa frase rompió toda la magia del momento y del lugar, arrastrándome nuevamente a la realidad de que en esta ciudad el cielo tiene una capa protectora que no permite que la lluvia caiga por más de quince minutos seguidos.

Y si, ni el granizo fue tan terrible, ni los perros aullaban desconsolados. Solo Felipe lloriqueaba implorándome en su idioma que nos fuéramos adentro en vez de estar mojándonos en el balcón. Pero la soledad del sábado y el corte de Internet hizo que mi imaginación volara más allá de la realidad… una realidad que vuelve a calcinarse bajo un sol radiante y treinta grados de temperatura, a la sombra.

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KAOBYS~1

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La imagen es de Rosario3.com, una tormenta en la ciudad pero en octubre del 2007.

15 comentarios:

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Cayó granizo?...por mi casa no1 jejeje...eso sí, el viento sigue fuerte y sin pausa.
(Ayer sí que me mojé de lo lindo!)

Un abrazo.

Sandra S. dijo...

Hola Moni!! Más que granizo eran gotas duras de tan chiquito!! Como extraño las tormentas de Pergamino!!!!

Abrazos ventosos!!

Monika dijo...

¡Con razón me dolía la rodilla!

rodolfo dijo...

civilizar los fenómenos atmosféricos es uno mas de los logros humanos
primero fue la agricultura, costó milenios , luego los animales para ello fueron necesario trillones de millones de años, y por fin, gracias a Sandra hemos conseguido domesticar y amansar las maravillas
de la Madre naturaleza.
Ahora las porgramamos duración, intensidad y lugar donde aparecer.
Que la ciudad rio arriba nos mea sus aguas y no podemos bañarnos: pues les enviamos una tormenta de granizos que cubra de un manto níveo sus tierras...y eso sólo es un aviso
Como verás Sandra, tu entrada da mucho de sí, por que es Genial
Un beso

Manuel dijo...

Por aqui tambien conocemos las tormentas de verano llenas de aparato electrico y viento pero carecemos de ese "manto" protector limitante a 15 minutos, que se le va a hacer......
Me gustan, siempre que este a resguardo del agua, claro.
Buena descripcion de lo que puede volar la imaginacion ante los fenomenos de la naturaleza
Un beso

Anónimo dijo...

Qué realismo has puesto en tu relato....casi me ha parecido estar allí viendo semejante tormenta...y luego resulta que no fué casi nada...ja,ja,.La verdad es que sabes describir muy bien una situación imaginada en tu mente aburrida por la falta de internet. Un saludo Sandra.

Unknown dijo...

tremenda tormenta, me hizo recordar al tornado que hubo en bahia blanca hace unos dias... mi lugar de origen...
soy nuevo por aca...espero venir a visitarte mas seguido, me gusto el blog, saqué tu dirección del blog de NEOGEMINIS...
te invito a pasear por el mio

www.gastondavale.blogspot.com

saludos y felices fiesta!

Carol dijo...

"La imaginación al poder", se suele decir, y la tuya voló y nos llevó de la mano. Muy buena descripción, me gustó.

Gracias por tu visita, espero venir a leerte muchas veces, me gusta tu estilo.

Besos Sandra.

Paseo por las nubes dijo...

Cualquier pretexto es bueno para recibir a la imaginación (y todo su torrente de creatividad).

Besos Sandra S.

Mar Cano Montil dijo...

Hola, Sandra:

Gracias por tu visita a mi mar adentro...

A mí siempre me gustaron los "pequeños espacios", coquetos, ordenados y grandes en espíritu como éste tuyo; así que si no te mporta me quedo por aquí...

Por cierto, he oído que allá tenéis mucho calor, supongo que esta tormenta es real, me gusta mucho como nos la describes... Sin embargo, leer tu "primera vez" me ha dibujado una sonrisa de oreja a oreja :DD

Me alegra que Neo nos haya presentado :)

Un besote.

Javier Muñiz dijo...

Hola impresionante entrada,muy bella,lindo blog,si te gusta la palabra elegida y la poesía te invito al mio,es un placer,es,
http://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/gracias, buen miércoles, besos, feliz poesía.

XoseAntón dijo...

Felices, muy felices Fiestas y afortunado Año Nuevo, Sandra.

Bikiños

Monika dijo...

Sandra vine a refrescarme con tu post, precisamente estamos esperando,..no a Papa Noél sino LLUVIA porfi!!!
besos y...
¡FELIZ NOCHEBUENA!

Anónimo dijo...

Las tormentas de verano suelen ser intensas y cortas, acompañadas de truenos y rayos. Pero estoy seguro que ninguna tan intensa como la que ha resultado de tu imaginación.
Un abrazo.

rodolfo dijo...

sandra, si no tengo otra ocasion, desearte, de corazón, lo mejor, que tus proyectos, que tus sueños junto a los tuyos se abran paso

Un beso