Publicado el 27 Noviembre, 2008 en Spaces
Salió de su casa pero no se acordaba para qué. “No importa”, se dijo, y siguió caminando. Al llegar a la esquina pensó en pasar por el bar, pero no recordaba para qué lado debía doblar.
Tomó por la izquierda y llegó a la plaza. Decidió sentarse en el mismo banco de siempre, pero no se acordó cual era. No le dio mayor importancia, salió de la plaza, cruzó la calle y se sentó en un bar. Le sirvieron un café, pero como no recordaba con cuántas cucharadas de azúcar le gustaba, lo dejó enfriar sobre la mesa y se fue.
Siguió su camino sin pensar en nada, total, todo se le olvidaría al poco tiempo de haberlo pensado.
Cuando llegó a la playa se dio cuenta que había olvidado ponerse el traje de baño. “No importa”, se dijo. Se desvistió completamente y se sumergió en el agua. Una ola lo arrastró un poco más lejos de la playa…
Entonces recordó… que no sabía nadar…
12 comentarios:
Secreeeeeeeeeeee... buaaaaaaaaaaa!! esta historia me recordó de alguien, pero sabes que no puedo acordarme de quien? bueno... no importa... total... creo que tenía que ver con el café... o con el banco? no, no debe ser porque yo fui al banco esta mañana a sacar plata y me hubiera acordado...
Si me acuerdo paso y te cuento.
Bendiciones enviadas y recordadas
qué hago yo aquí?
creo que tenía que comprar algo para la cena,
me puse andar y me perdí, al final
vi un cafe con televisores que tienen teclados
me puse a pulsar y se abrio esta pantalla
Mereció la pena venir
Un besote Secre
secre, son las 5.07n de la mañana y se me lvida dormir, es decir, no concilio el sueño...pero, bua, ¡total, se me ovidaba decirte que mañana no madrugo para trabajar!
menos mal, che, que si no me pasa como a ese que recordo que no sabía nadar...leches, secre-sandra...este relato es mu mu bueno...mejor que no lo hubieras dejado en el olvido de spaces.
bess.
Hay detalles que SÍ conviene recordar!!! jejejeje
un abrazo!
Evidentemente hay olvidos y olvidos. Trataré de recordarlo. Por suerte se nadar.
Abrazo.
SUsana
Recuerdo el cuento que acabo de leer y recuerdo que sos una estupenda escritora.
Este es un cuento inolvidable!
Me gusto mucho, espero no olvidarme jeje
abrazos ((:))
Es tarea casi imposible recordar cuando el olvido se adueña de nuestras vidas. Pensar que los recuerdos pueden verse reducidos a unos cuantos episodios salpicados, y no necesariamente los más recientes, da pánico.
Estupendo relato magníficamente resuelto con esa inmersion marítima sin retorno posible.
Un abrazo.
Tu historia me gustó. Corta, pero con tela!!!!! eh?
Hace ya mucho tiempo atrás cuando estaba estresada me olvidé del nombre de mi primer hijo por un momento. Así fué que decidí reducir mi actividades tanto caseras como laborales para que no me dieran un surmenage.
Te dejo un abrazote.
Sabes, mi padre tenia alzehimer, me recordo este cuentito tuyo...
Os quiero
Petonets
Cuando se pierde la memória en el Alzheimer, se pierde la identidad de uno mismo, se deja de tener conciéncia de quién és,y se pierde la capacidad de valorar las cosas y a las personas cercanas, no se reconoce a la família,y la vida se reduce a las funciones básicas, que también se van perdiendo...Es muy triste para la família ver que el enfermo ya no les reconoce como tal.Un abrazo.
Ostras!!! Que fuerte!
Me ha impactado mucho, que pena tan grande deve ser olvidar, a los tuyos, tu vida....
Lo has expresado maravillosamente, llega al corazon.
Un beso poseido.
Ay, el olvido... me recordaste a mí por las mañanas...que salgo siete veces de casa y siete veces vuelvo a por algo...
Bueno, por lo menos recordé algo, jejeje
Besotes
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