“…Serán los sueños e ilusiones
quienes pueblen nuestra esencia,
y nos permitan recordar
que son ellos, y sólo ellos
quienes nos pondrán a caminar.”
Leo
Que una persona que escribe se quede sin palabras no es cosa buena. Que no sepa por donde comenzar tampoco. Que las musas lleguen todas al tiempo, se empujen y hablen todas a la vez, tampoco es bueno. Tengo tanto para decir y tan pocas palabras en el diccionario…
Este último tiempo ha sido un torbellino de sensaciones: emoción, pánico, orgullo, miedo, satisfacción, terror, stress, alegría… he pasado por casi todos los sentimientos que pueda tener un ser humano.
Necesitaría varias entradas para contar todo, empezando por la terrorífica semana que tuve que presentarme en todos los medios: periódicos, radio y TV. Si no hubiera tenido al Carde a mi lado dándome la confianza necesaria, todo su apoyo y su compañía cada segundo, todavía estaría escondida en algún rincón!! En algún momento me puse a leer mi agenda y en lugar de lo que comúnmente está escrito en ella, “pagar Internet”, “buscar receta medicamentos”, “estrangular a mamá”… esas cosas simples que uno hace a diario, decía lunes diario La Opinión, martes canal 4, miércoles Radio Mon y diario El Tiempo… y así toda la semana, por un momento me sentí la Su Giménez!!!
El miércoles llegó Ly con sus hijos, Luli y Tobi, pero esto merece un capítulo aparte.
Y al fin llegó el jueves. Hecatombe total!! De más está decir que casi no me hablaban. Entre los nervios que tenía y que casi no había dormido la noche anterior, mi mutismo era casi absoluto. Sí, porque hace un tiempo descubrí que lo mejor cuando estoy muy nerviosa es mantenerme en silencio. Eso me calma y evita discusiones jeje.
Al mediodía hablé con mi hijo que vive en otra ciudad, le pregunté si viajaban pero eludió mi pregunta, así que decidí no decir mas nada imaginando que las obligaciones no se lo permitían. Se despidió con un “Mucha suerte para esta noche” y yo decidí no pensar más en eso… obvio que mi cabeza no hizo caso. Ya en la biblioteca, salí a fumar un cigarrillo, mirando como tonta cada auto que pasaba con la esperanza de verlo llegar, hasta que me convencí que no vendrían. Media hora después le contaba eso a una tía, miré hacia la puerta y la sala comenzó a dar vueltas y el piso a sacudirse, pero no me importó el terremoto o que fuera el fin del mundo, ahí estaban Leo, Ale y mis consuegros. Pobre hijo, creo que lo dejé sin aire del abrazo que le di. Ellos nos habían apoyado tanto que no podían faltar, nada hubiera sido lo mismo. Y no hace falta que les cuente el orgullo cuando se sentó a mi lado en la mesa!!!
Desde allí veía al Carde dando vueltas por todo el salón, ocupándose de cada detalle y hasta le sobraba tiempo para dirigirme su sonrisa de apoyo total. Mi nuera daba vueltas también, pero filmadora en mano registrando todo y Lula aparecía cada tanto también ocupándose de los detalles.
El acto fue muy lindo, la atención de la gente escuchando mis poemas fue algo que me impactó, escuchar a mi hija recitando el poema Fausto, a mi hijo leyendo un cuento, la entrega de una rosa por parte de ellos, las lágrimas de mi hermana por la emoción, toda la gente abrazándome, felicitándome y deseándome suerte (hasta los que no me conocían), y bueno… terminé llorando como una tonta!! Y por supuesto, las caras de todos ustedes en cada uno de los asistentes, porque allí estuvieron conmigo.
Después, despedida de mi hijo ya que debían volverse a su ciudad y un “Te dejé algo sobre la mesa, pero leelo después porque es largo”. Era un poema y una carta de él, cuya última estrofa es el que abre esta entrada. Bueno, no necesito contarles lo que me hizo llorar, ya se lo imaginarán. Ya casi ni se ven las letras de tantas veces que lo leí y lo disfruté!!
Quiero agradecerles a todos por sus mensajes, llamadas y correos, por estar continuamente presentes dándome su apoyo. A mis hijos Lula y Leo por su continua presencia, a mis hermanos, mi familia, el grupo literario “Siete Mujeres” y toda la gente de Pergamino que confiaron en mí. Pero especialmente agradecer al inspirador de todo esto, el Carde, mi pareja, mi amigo, mi bastón en momentos difíciles, que me brindó toda la confianza, el apoyo y el amor que siempre necesité. Gracias cielo, sin vos no sería yo.
Abajo les dejo un Slide con algunas fotos.
La librería que lo tiene a la venta por Internet es “Murma Libros” y deben ponerse en contacto con Mariana Muratore, en el correo: murma@bbt11.com.ar.