Hoy decidí subirme nuevamente al bus de los sábados literarios de Mercedes (gracias Gustavo por hacerme acordar). Lo había hecho un par de veces antes y es algo interesante recorrer los distintos blogs cuyas entradas hablan de lo mismo pero de forma tan diferente. Cada casa es un mundo y cada pensamiento un universo por descubrir.
Abrí mi primer blog el 2 de agosto del 2mil7, allá por Spaces. La intención era crear un espacio con humor para reírme de las cosas cotidianas que la gente se toma tan gravemente. Pero el humor es algo que respeto mucho, no es fácil hacer reír y se debe tomar seriamente. Esta contradicción fue la primera traba que encontré. ¿Cómo hacer reír con seriedad? A otro tema...
Decidí dedicarme a las reflexiones. Como no soy buena explicando las cosas oralmente y no logro que la gente me entienda, era mi oportunidad de volcar mis pensamientos sin que nadie me mirara feo o cambiaran de tema, ya que si cerraban la ventana sin terminar de leerme yo no me enteraría.
Después me fui animando, escribí poemas, cuentos y las anécdotas de las cosas cotidianas que me iban pasando. Y cuando quise darme cuenta tenía un blog armado, con muchas letras y amistades hermosísimas. “Algunos de ellos me conocen, otros no, pero igual me abren las puertas de su pequeño mundo y me permiten tomar un mate o un café junto a ellos, mientras me cuentan sus confidencias, me leen sus poemas o me hacen reír con sus locos escritos.” (Recorriendo el mundo, 28-8-07)
El 4 de diciembre del 2mil8 me mudé a Blogspot, cansada de los cambios de Space. Pero antes de decidirme me recorrí todas las plataformas que encontré, para donde miren estoy yo: MySpace, BlogClarín, Sónico, Wordpress, Obolog, Neositios, La coctelera, algunos que no me acuerdo y otros que no me aceptaron. No escribo en ninguno, pero están ahí por si las moscas.
Fue un buen cambio, sigo visitando mis amigos de aquel barrio y encontré gente espectacular en este. Eso sí, reconozco que últimamente estoy bastante vaga, ni escribo ni visito, pero eso se debe a un proceso interno de mi mente que ya se aclarará y un problema de mi PC que se apaga cuando se cansa.
El 19 de febrero escribí una entrada que se llama “¿Cuál es el sentido del blog?” Y esta es la conclusión a la que llegué:
“El sentido de mi blog es tener un lugar donde sentirme cómoda y lograr que los amigos que me visitan puedan sentir esa misma comodidad. Un espacio para tomar un café, reflexionar y compartir momentos de nuestra vida, con confianza, con cariño y mucha amistad. Es la casita que sirve para reunirme con los amigos que tengo lejos físicamente, pero muy cerca del corazón”.