Hace bastante tiempo que no escribía y últimamente he visitado muy pocos espacios. Por un lado porque todavía no logré hacer catarsis de una situación personal que me afectó bastante y por otro porque estoy viviendo una sensación de libertad, o liberación, que no sentía desde hace bastante tiempo. El último recuerdo que tengo de haberme sentido así es de cuando subía a mi moto y salía a la ruta dejando mi mente en blanco y disfrutando del viento en mi cara. Pero esta entrada no es para hablar de mí, sino de lo que vivimos hoy, sábado 30 de mayo.
Cuando nos mudamos a este barrio de blogueros quedaron muchos amigos en el otro, el de Spaces, a los cuales no dejamos nunca de visitar, aunque con menos frecuencia. Hace unos días me pregunté qué pasaría por allá, abrí las Novedades y me encontré con una entrada de Normis que decía “Ideales para el encuentro en Rosario…”, entonces le dejé un comentario “Como es eso del encuentro en Rosario? Sabías que nos mudamos hace un mes? Capaz podamos vernos!!!”
Se lo comenté al Carde, que me dijo “Chévere! Y quienes vienen?” “No sé, pero vienen Ali y Normis, tenemos que conocerlas!!” Enseguida se puso en contacto conmigo Ani, la organizadora. De ahí en adelante fue un lio de nombres y lugares, ya que el Carde y yo competimos para ver quién es el más despistado de los dos. Así nos enteramos, por ejemplo, que Ali y Normis no vivían en Capital como siempre habíamos creído, sino en Entre Ríos!! Y pensar que estábamos esperando algún viaje a Buenos Aires para conocerlas!!
Llegó el día, pusimos el despertador para ir a esperarlas a la terminal de ómnibus, pero nos habíamos acostado a las 4, así que ni el perro lo escuchó. A las 9 sonó el teléfono, Ani nos avisaba que ya estaban en la terminal esperando a Kris que llegaba a las 11. “Hacé el café mientras saco al perro o sacá al perro y yo hago el café” No necesito aclarar quién sacó al perro, verdad? Al final nos fuimos sin desayunar.
“Donde estarán?” “Yo las llamo, vos fijate quién atiende un teléfono”. Siempre me sorprende la astucia de éste hombre!! Habíamos planeado acercarnos por separado para hacerles una broma, pensando que no nos reconocerían, pero ahí estaban las tres, mate en mano y con el ojo largo mirando para nuestro lado. “Largá el teléfono que ya nos reconocieron”
Y nos dimos el gustazo de abrazar a esas dos locas lindas, las hermanas que tanto me costó diferenciar y que aún hoy, teniéndolas frente a frente, no quería nombrarlas por temor a equivocarme. Y conocer a Ani de tan poquito tiempo y sin embargo sentir que siempre había estado ahí. Ahí en nuestro corazón, no en la terminal!! A las 11 llegó Kris con K acompañada de su hija, más abrazos, más presentaciones y más café. A las 12 partimos hacia la parrilla.
Nos recibieron las que ya estaban y recibimos a los que iban llegando. Más abrazos, más presentaciones y la integración instantánea a un grupo del cual sólo conocíamos a cuatro: Ali, Normis, San y Sandra. Hubo momentos en que el Carde me decía “Estas bien? Unite al grupo” Pero yo estaba embelesada mirándolas, a veces me agarra ese autismo temporal en las reuniones, los demás creen que no estoy disfrutando, pero es que me encanta mirar las situaciones desde un costadito de la reunión.
Qué decir de ellas? Que sensación me quedó de cada una? Por orden alfabético e intentando no extenderme demasiado les presento al barrio “Piró la vieja” (si, así se llama)
Ali es tal cual se la lee en su espacio y en los comentarios. Toda ella es risas y alegría. Y una calidez mucho más grande de lo que me imaginaba.
Ani, es talcualmente (así se dice en Córdoba) como la imaginamos en estos poquitos días que la fuimos conociendo. Una sonrisa y una mirada muy dulces. A ella le debemos esta reunión, comenzó a programarla en febrero y no paró hasta que se hizo realidad.
Cris Yo, con todo su glamour no paraba de hablar con todos, pero lejos de cansar con su charla, es por demás de agradable oírla.
Juli, la sonrisa correntina. No sé si tenía calambre en las mandíbulas, pero no dejó de reír todo el tiempo. Me encantó escuchar la tonada de su voz. Realmente encantadora.
Kris, muy calmada, de voz y hablar pausado. De esas personas con las que uno se desacelera automáticamente porque transmite mucha paz y tranquilidad. Y acompañada de su hija, tan calma como ella y que no dejó de sonreír a pesar de caerse del sueño.
Liliana fue la que se ocupó de buscar el lugar para la reunión. Ella abre la boca para hacer reír a los demás. Cada frase, cada palabra, cada gesto, es una nueva ocurrencia que produce una sonrisa.
María Inés fue con Marido, lo cual agradeció el Carde, ya que el cartel decía “Bienvenidas” y como se fue sin la sotana no tenía forma de disimular que no era mujer, así que otro hombre en la mesa no lo dejaba tan desubicado.
Normis, me quedé varias veces mirándola y me daba la sensación de estar viendo una chica de 18 años. Después va a tener que revelarnos el secreto de la eterna juventud. Parecía un sueño tenerla ahí, tan cerca.
San y su irresistible tonada cordobesa. Todo aquél que haya escuchado alguna vez a un cordobés sabe de que hablo, el que nunca lo hizo tiene una materia pendiente en su vida!!
Sandra, mi tocaya, visitamos nuestros blogs desde hace un tiempo e intercambiamos mensajes, pero hablar con ella fue como hablar con una amiga de hace muchísimos años.
Susana, la poeta rosarina. Todavía no me quedó en claro si es hermana de verdad de Lili o sólo cibernéticamente (ya les hablé de mi despiste, no?)
Solo me queda agradecerles por habernos recibido en ese grupo hermoso, “El barrio Spaciero”, y hacernos sentir realmente parte de esa maravillosa familia. Nada se nos quedó ajeno, ni las bromas, ni los chistes, ni las vivencias que han tenido. Fue como si siempre hubieran estado ahí, en nuestra vida.
Gracias a todas por este hermoso sábado!!